¿De que color son los RRHH del futuro?

Publicado En Jul 6, 2015 | 0 Comentarios


En el año 2007  la consultora PriceWaterHouseCoopers  elaboró el informe “La gestión de personas en 2020: el futuro del mercado de trabajo” y, pasados algunos años, he releído este trabajo que me pareció muy interesante.

Para la elaboración de este informe, el equipo de la consultora diseñó tres posibles “mundos”, tres posibles  modelos  futuros de empresa, para describir el papel que ocuparía el área de RRHH en cada uno de esos  escenarios.dos mundos

Los mundos azules, verdes o naranjas, aparecen colocados en un eje en función del nivel de fragmentación y el nivel de altruismo colectivo.

El Mundo Azul es el escenario de las grandes compañías producto de múltiples fusiones que han venido desarrollándose desde mediados del siglo XX. Son empresas/estado con enorme poder en la sociedad. En este escenario, se  capta a los empleados muy jóvenes y se dirige su desarrollo a lo largo de toda su carrera. RRHH humanos se dirige a medir,  evaluar y  mejorar el rendimiento de sus trabajadores. Los empleados tienen movilidad geográfica mundial, buenos salarios y grandes beneficios sociales. La empresa es su principal proveedor de servicios y marca su estilo de vida.

El Mundo Verde también es un mundo de grandes compañías. Estas empresas ponen en primer lugar  el medioambiente, la ecología y la responsabilidad social. El área de gestión de personas se llama “Personas y sociedad”. La identificación con estos valores es esencial para trabajar en la compañía y RRHH tiene un papel importante en el desarrollo de RSC.

En el Mundo Naranja estarán las pequeñas empresas y profesionales especializados,  trabajando en redes colaborativas. En este entorno priman las agrupaciones. La principal labor de RRHH estará en garantizar que estas compañías pequeñas cuentan con el equipo especializado que  necesitan para desarrollarse de forma competitiva.

El informe indica en la descripción de su metodología que, inicialmente, pensaron en describir cuatro mundos. Los mundos fragmentados (rojo y naranja)  se fusionan en un mundo naranja.

Voy a utilizar este punto de referencia para expresar una idea. Una mera opinión que no tiene, ni pretende tener, el grado de profundidad de un estudio de este alcance.cuatro mundos.gpg

Comencemos con cuatro mundos.

Escojo los cuatro mundos porque  mi impresión es que la nota de  altruismo colectivo o responsabilidad social, puede tener la misma relevancia en las empresas fragmentadas que en las no fragmentadas (grandes y pequeñas). Lógicamente la forma en que cada una de ellas puede ejercitarlo y mostrarlo es diferente. También la forma en que llevarán a cabo sus políticas de gestión de personas.

Creo que la responsabilidad social de una empresa no nace espontáneamente, viene determinada en gran medida por las demandas de la sociedad en su conjunto. Las sociedades obtienen lo que celebran y son responsables de lo piden a sus empresas.

Siguiendo con el ejercicio, fusioné los cuatro mundos en dos, atendiendo solo a la fragmentación o tamaño  de empresa  y tomando nota de que la responsabilidad social puede encontrarse en situaciones muy diferentes en todas ellas.

Pados mundossados estos años, las tendencias desde luego son contradictorias.

Por un lado, las empresas se agrupan. Solo hay que ver el número de bancos que teníamos y el número de bancos que existen ahora. Quizá aquí lo correcto sería decir que el capital, al menos, se agrupa. Otros sectores intensivos en capital o mano de obra también lo han hecho.

Las empresas grandes también están muy condicionadas por la especialización.  Muchas multinacionales que proporcionan múltiples servicios a clientes y empleados, subcontrata prácticamente todo lo que no es corazón de negocio. En ocasiones incluso a una empresa muy pequeña de la que nadie pensaría que puede ser el proveedor en un servicio complejo e importante. Su labor como  coordinadores de proveedores de distintos servicios está concentrando una parte importante de su trabajo y cuentan con medios para ello.

Muchas de las pequeñas empresas  emergentes nacen en actividades  donde no se necesita una gran cantidad de mano de obra ni recursos materiales, aunque sí un capital humano altamente cualificado y en constante formación.

Estas empresas, generalmente muy especializados en una actividad concreta, ven como en los ecosistemas complejos en los que nos movemos, solo pueden ser viables si trabajan en redes de profesionales, y colaboran con otros (empresa grande, pequeña o profesional independiente) para obtener todo aquello que no sea corazón de negocio.

Agrupación del capital y fragmentación por especialización son corrientes que se contraponen en muchos sentidos. Lo que parece claro es que la colaboración es imprescindible en ecosistemas complejos. 

No se trata de si colaboramos, sino de con quién y desde donde lo hacemos, como es la habitación o entorno en el que estamos más a gusto trabajando, incluso como esa habitación adecuada va cambiando a lo largo de nuestra vida.

colores

Un elemento no mencionado directamente en el estudio me parece clave a la hora de seleccionar habitación. Observo que la consideración del trabajo en nuestras vidas cambia cada vez en más personas. Del castigo divino (“Ganarás el pan con el sudor de tu frente”) a una forma de desarrollo de las propias capacidades que proporciona satisfacción.

Identificarse con la tarea o profesión y la necesidad de saberse parte de un grupo de personas que hacen lo que hacemos o que tienen una misma manera de hacer las cosas, es parte de la esencia humana. En el entorno hiperconectado que es nuestro mundo esa unión puede darse dentro o fuera de una estructura empresarial, entre empresas de distintos tamaños  y entre estas y profesionales independientes.

La gestión de personas (buena o mala) en las agrupaciones de personas (sean empresas, gremios o asociaciones) existe siempreOtra cuestión es si se considera clave o estrategia principal del negocio y si, en consecuencia, se invierte en ella. Según sea la respuesta a esta cuestión, tendremos o no medios y personas especializados desarrollando esta labor, sean empleados internos, colaboradores externos, grupos mixtos o colaboradores en asociaciones de cualquier tipo.

Así visto, mi opinión es que no es el tamaño o el grado de fragmentación, ni el nivel de altruismo colectivo (aunque este segundo puede influir), sino hasta qué punto es o no esencial para el desarrollo de la actividad el elemento humano.

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